Si
tu respuesta es sí... ¿a qué esperas para sembrarlas? Un terreno en el pueblo,
un jardín en casa, una terracita...¡todo vale! No es necesario disponer de gran
cantidad de espacio o herramientas ni maquinaria pesada que ni siquiera sabemos
manejar. Con unas pequeñas nociones sobre horticultura, un calendario de
siembra adecuado, elegir bien el terreno para cultivar y no intentar cultivar
más de lo que somos capaces de trabajar por nosotros mismos será suficiente
para comenzar. Existen muchos cursos de iniciación que os pueden enseñar los
principios fundamentales para que vuestro huerto funcione y no se quede en una
intención. Os dejamos el enlace al capítulo 1
de uno de los cursos Online que podéis consultar, en el que además os
indican las herramientas necesarias para llevar a cabo vuestro trabajo:
Y
si no disponéis de ningún terreno o creéis que no es apto para el cultivo,
algunos ayuntamientos ponen a disposición de sus habitantes espacios para la
creación de huertos urbanos. Podéis pedir información acercándoos a vuestro
ayuntamiento. ¿Por qué no crear un espacio común en el que se trabaje por un
mismo objetivo, exista un aprendizaje colectivo y podamos compartir los frutos
obtenidos después de tanto esfuerzo?
¡Desde
aquí os animamos a que os animéis a ello! Cada vez son más conocidos los
beneficios que nos reporta el trabajo de la tierra, tanto a través de la
horticultura como a través de la jardinería. Es un buen momento para comprobar
por nosotros mismos que esos beneficios de los que tanto oímos hablar son
ciertos, ¿no os parece?
Pilar
Kiana Medio Ambiente
No hay comentarios:
Publicar un comentario